lunes, 15 de mayo de 2017

Cuando Baba Yaga aparece en “Un cuento oscuro”

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Me encantó la novela fantástica Uprooted, traducida como Un cuento oscuro, de la autora Naomi Novik. Esta obra ganadora del Premio Nebula a mejor novela y el Premio Locus a mejor novela de fantasía en el 2016, escarba en la mitología, folklore y lenguas eslavas. Como todo buen libro, para entenderlo exige que el lector o la lectora haga el ejercicio de leerlo de principio a fin y recordar las pistas que va dejando la autora en el camino. No es un libro para lectores vagos ni facilistas. La novela empieza con un guiño a los cuentos de hadas y a lo largo de la historia aparece una Baba Yaga, quien encarna la naturaleza dual de la existencia, que es, para mí, el punto central de la novela, ya que la naturaleza del mal no se hace evidente sino hacia el final. En este libro, nada es lo que uno espera.

La historia empieza con esta frase: “Nuestro dragón no devora a las niñas que se lleva, digan lo que digan las historias que cuentan fuera del valle”. La narradora/personaje principal es una joven campesina un poco torpe llamada Agnieszka, que se contrapone al personaje de Kasia, quien, de acuerdo a la narradora, es su maravillosa mejor amiga. Ambas viven en un pueblo donde un mago llamado el Dragón se lleva una joven de 17 años cada diez años. El Dragón protege al pueblo y a todo el valle del Bosque Maldito. Estos personajes llevan adelante la historia, en cuyo corazón se encuentra la amistad, la fidelidad a uno mismo y el terror a perderse. La autora juega con la noción de perder las raíces, por eso el título del libro en inglés es Uprooted que se puede traducir como “desarraigada”.
Además de la trama principal, un conflicto secundario se desarrolla dentro de la rígida estructura social de la novela. Los nobles elitistas y los campesinos, que no tienen ninguna relación en absoluto entre sí, se hallan en los polos de la novela, pero están igualmente amenazados por el mal. Las personas de los pueblos, que llamaríamos clase media, casi no se mencionan. En este sentido se entiende mejor a Agnieszka, que representa la relación con la tierra. Con el desarrollo de la trama este personaje adquiere las características de ese elemento, que es a la vez humilde y profundo, poderoso e incomprensible, como Baba Yaga.
Baste decir que esta historia sorprende, si uno se deja. No creo que sea para lectores muy jóvenes, aunque está dedicado a un público adolescente tardío. Esta novela está impregnada de historia y leyendas veladas, de manera que transporta a sus lectores a una era mítica y fantástica. Al mismo tiempo profundiza en la importancia de ser quienes somos, lo cual puede ser asombroso.

2 comentarios:

Matilda Sorel dijo...

Yo recién acabo de terminarlo y me gustó mucho. Al principio pensé que era otra novela juvenil pero resultó ser una gran historia. Tiene unas descripciones fascinantes y creo que eso ayuda bastante a adentrar al lector en la trama. Desde que empecé no lo solté hasta que leí el último capítulo y a pesar de que no fue un mal final me quedé con ganas de más.

Oonagh dijo...

Coincido con tu comentario Laura Ro. A mí también me dejó con ganas de más. Creo que eso hace que sea una gran novela: la dificultad de separarnos de los personajes y quererlos conocer más a fondo.