viernes, 21 de noviembre de 2008

Elementales de fuego

(c)Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.

Los elementales de fuego posiblemente sean los más antiguos y los más misteriosos de todos los espíritus de la naturaleza. Son tan antiguos como la tierra misma en su proceso de formación y casi nunca se muestran a sí mismos.

El fuego en sí mismo es un elemento misterioso e hipnótico, vital y mortífero. Es importante entender que el fuego no solamente son flamas, combustión y calor, sino también luz radiante y por lo tanto este elemento tiene relación directa no sólo con el poder, sino también con la iluminación espiritual y el mundo invisible hecho visible gracias a la luz. Como dice el génesis: "Dios dijo: Haya luz... y vio que la luz era buena y separó a la luz de las tinieblas...(La Biblia es un libro terriblemente mal utilizado y mal interpretado, pero no profundizaré en eso aquí).

En el principio entonces, cuando el mundo nace, inicia una fuerte explosión luminosa, la luz que se separa de las tinieblas (caos), y la Tierra nace de la fiereza de explosiones volcánicas. El fuego entonces, también representa la poderosa fuerza vital con su indomable voluntad y determina lo que la Tierra es en su esencia.


En el nivel más profundo de la evolución los elementales del fuego son seres que existen en el centro de la tierra y presiden el destino del planeta. Son incomprensibles para la conciencia humana. En una segunda etapa de evolución llegan a la fina corteza terrestre y allí realizan distintas tareas, éstos son conocidos como Salamandras. Principalmente toman el rol del proceso de madurez, de transformación y de descomposición. Estos elementales pueden ser percibidos cuando transforman el compost en tierra fértil, o en el llama que enciende la madera o que baila sobre una vela. Ningún fuego prendería sin la intervención de estos espíritus. También son aquellos que se encuentran en el umbral entre la vida y la muerte, en el proceso de regeneración a través de la fuerza vital. En un tercer de evolución existen los espíritus de la luz y la creación de la luz. Son prácticamente brillantes hasta el punto de ser insoportables. Envían luz en esferas de diferentes tonos y colores. En un cuarto nivel de evolución existen los espíritus de la inspiración que encarnan el rol espiritual de este abrazador elemento en el arte y la vida en general. Son los mediadores entre las intuiciones que provienen de las altas esferas, los seres angélicos, los patrones cósmicos y los niveles materiales de la creación. Estos antiguos seres eran conocidos como Musas, quienes también transmiten las bendiciones de la Diosa. Todos estos niveles de evolución en el reino elemental están entretejidos y trabajan en cooperación, como una red, con los otros elementales (de agua, tierra y aire) para que la vida se manifieste en el mundo material.

La historia de Ognevushka:

Esta historia de Pavel Bhazov cuenta la existencia de una pequeña niña que aparece en el centro de las hogueras y baila. Su nombre era Ognevushka-Poskakushka ("ogon'" significa fuego y "skakat'" saltar en ruso).Ella les muestra a los buscadores de oro los lugares donde lo pueden encontrar. Pero es muy difícil recordarlos. Una noche, un grupo de buscadores de oro, estaban sentados alrededor de una hoguera contando historias y leyendas. Entre ellos estaba el pequeño Fyodor de 8 años, su padre y su tío Ephim. De repente una pequeña y alegre niña de pelo rojo y vestido azul, no mayor que una muñeca, apareció entre los carbones ardientes. Empezó a danzar alrededor de los buscadores de oro y creció y creció hasta hacerse del mismo tamaño de Fyodor. Cerca de uno de los árboles que le rodeaban se detuvo, pero en ese momento un buho se detuvo y ella desapareció. El tío Ephim dijo que era un signo de dónde deberían buscar el oro y para ello necesitaban encontrar el árbol. Todos buscaron en árboles diferentes y cavaron alrededor de ellos, sin encontrar nada. Algunas veces más el niño y su tío vieron a la niña, pero cada vez que cantaba un buho, ella desaparecía. No podían encontrar nada. Su familia se convirtió en el blanco de burlas de la villa, a veces de maneras muy crueles. Un frío invierno, la madrastra de Fyodor estaba de mal humor, por lo que él decidió visitar a su padre, que se encontraba enfermo en el hospital. Para ir hacia el pueblo, Fyodor debía pasar por medio del bosque y de repente bajo un árbol de abedul, Fyodor vio nuevamente a Ognevushka bailando en la nieve. Ella vio al niño y sus alegres ojos derritieron la nieve alrededor del viejo abedul. "Cuando la primavera llegue, ven a buscar bajo este abedul" le dijo. Fyodor respondió que mucho han buscado y no hallaron nada. Entonces Ognevushka le dio una antigua espada de los buscadores de oro y le dijo "Toma, esto te ayudará" y desapareció. En la primaveray Fyodor y sus parientes cavaron alrededor del árbol y encontraron tanto oro que jamás les volvió a faltar nada en la vida. (Leyenda Rusa, de los montes urales)
Fuentes: Marko Pogaçnic, "Nature Spirits and elemental beings" y http://www.russianlacquerboxes.org/tales/ognevushka.html

viernes, 14 de noviembre de 2008

El despertar de la Diosa

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La visión dualista del mundo donde los reinos invisibles se polarizaron en polo demoníaco y polo de la luz, nos legaron un mundo desgarrado. En la cosmovisión antigua, que persistió a manera de mitos, leyendas y cuentos de hadas, se mantenía viva la imagen de la Diosa y sus tres aspectos de Virgen, Madre y Anciana. Estos tres aspectos simbólicos representan la unidad, la creatividad y la transformación. Si bien parece ser que las Diosa era venerada en el Paleolítico como Una, en el Neolítico ya cambia su percepción. La representación de la diosa triple más antigua se remonta al año 13 000 A.C. (talla en roca de la cueva francesa Angles-sur-l'Anglin).
Estos aspectos al ser símbolos de la Diosa poseen múltiples significados y acercamientos. Para algunos son las edades de las mujeres y su relación con los ciclos de la fertilidad; para otros son los ciclos lunares; talvez sea una necesidad social específica o una forma de acceder a la Gran Diosa de manera menos compleja; o talvez que representan pasado, presente y futuro.
Nuestros antepasados inventaron rituales para mantener vivas las energías de la Tierra, ayudados por seres invisibles, considerados en sus varios niveles de evolución como: elementales, devas y seres angélicos (no digo ángeles para no confundir, pero viene a ser lo mismo ;) .)

Debido a la división y polarización de estos aspectos, se producen múltiples atentados principalmente en contra de aquellas personas quienes aún mantenían contacto con los seres elementales. Además casi se eliminan por completo los símbolos materiales y los rituales que mantenían en balance a las fuerzas de la naturaleza. Al romper los lazos y asesinar cruelmente a los seres humanos que aún podían contactarse con el aspecto más sutil de la naturaleza (léase las mal llamadas cacerías de brujas, porque en realidad fueron genocidios), cunde una ola de terror, que aún hoy por hoy, esparce sus semillas de ignorancia y destrucción.

Afortunadamente la verdad permanece más allá de las creencias predominantes de los humanos y sus sucesivos atentados ecoterroristas; por lo que los seres o espíritus elementales siguen honrando a la Diosa y generando la unión entre sus diversos aspectos y las polaridades femenina y masculina de la energía...

Así es como los cuentos de hadas han mantenido en sus ensoñadoras narraciones verdades develadas solamente a los entendidos, que ahora pueden ser compartidas por todos. Algunos de esos cuentos son "Blanca Nieves y los siete enanos" o "La Bella Durmiente del Bosque", que como cuentos pueden velar y a la vez revelar la Verdad de la Diosa y su simbología para la psyche humana. En estos cuentos, la Diosa en su aspecto de Unidad (cielo y tierra, vertical y horizontal) o doncella, es perseguida por la polaridad demoníaca o bruja, con la que fue catalogada la Diosa durante las Edades más oscuras de la Humanidad en los últimos 25,000 años (Kali Yuga: desde 500 A.C. hasta 1700 D.C.). Es decir, fue perseguida por la Ignorancia. Y fue recibida y cuidada por ¿quiénes? ¡Por los seres elementales! Tanto hadas como duendes se encargaron de mantener escondida y a salvo a la Diosa o a la Unidad, hasta que pueda nuevamente "despertar con un beso de amor" por parte del Noble Príncipe o mejor dicho: Un corazón puro. No es de extrañar pues, que haya resurgido el clamor de la Diosa y su veneración en los últimos 100 años y por su puesto, que hoy en día podamos hablar de los elementales con más facilidad, aunque para muchos aún sean un producto de la fantasía... pero peor es nada.
Fuentes:Shahrukh Husain, "La Diosa"; Marko Pogaçnik, "Nature Spirits and Elemental Beings".