lunes, 29 de marzo de 2010

Encuentros con las hadas (primera parte)

(c)Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.

Sobre los seres elementales hay muchísimo que decir y mientras más investigo más aprendo y mi propia percepción (y a veces prejuicios) sobre estos seres se ha modificado.
Para comenzar a hablar sobre los seres elementales y cómo comunicarnos con ellos, tengo que hablar primero de varias consideraciones importantes:

1. La Tierra es un ser viviente y tiene un Alma. Poéticamente hablando, se le suele llamar: el Alma de Gaia. Como tal -ser viviente- la Tierra es esencialmente creativa, y todo en ella está vibrando y cambiando constantemente, lo que incluye también a los seres de la superficie de la misma de los reinos mineral, vegetal, animal y humano y a los elementales.
2. La Tierra como ser viviente también está compuesta por dimensiones invisibles e inmateriales que son: las fuerzas vitales-energéticas, la conciencia que todo lo rodea y el plano espiritual. Igualmente los humanos somos seres espirituales encarnados en un vehículo material que nos permite expresar esa Creatividad Divina.

3. Para poder canalizar sus impulsos creadores la Tierra se sirve de los seres elementales que forman el vínculo entre la esfera de conciencia de la Tierra y la forma materializada de plantas, minerales, animales y humanos. Es cierto que los humanos somos una creación diferente del resto de los reinos de la superficie de la Tierra, pero nuestro cuerpo está hecho, básicamente, de los mismos elementos (a saber: tierra, aire, fuego y agua, pero eso es tema aparte).

4.Los seres elementales como portadores de los impulsos directivos del corazón del Alma de Gaia, tienen distintas misiones e impulsos específicos que cumplir. Como son manifestaciones de los pensamientos y sentimientos de la Tierra no pueden tener cuerpos materiales. Ya que su tarea es llevar los ministerios del Alma de la Tierra y transferirlos a las criaturas vivientes para ayudarlas en su proceso de evolución, para que puedan prosperar al máximo de su capacidad, de manera que cada cosa creada cumpla con su misión dentro del Plan Divino.


5. El intelecto humano nos separó (y lo sigue haciendo) de ese mundo divino, creativo y etérico-energético, por lo que perdimos nuestra relación consciente con la inteligencia de la Tierra y con los mundos sutiles que la conforman. Esto quiere decir que para que los seres elementales se puedan comunicar con nosotros, han adoptado formas con las que nos podamos relacionar. Para poder ser percibidas por nosotros aceptan que proyectemos sobre ellos nuestra forma imaginada o arquetipada, pero esa no es su verdadera naturaleza (es decir que les veamos como si fueran humanos chiquititos con alitas, por ejemplo).

6. La noción de que solamente los clarividentes o los clariaudientes pueden comunicarse con los seres elementales es un prejuicio. También es una idea errónea creer que se necesita un "refinamiento de nuestro sentido de la visión para ver las formas etéreas del mundo elemental; como si la visión normal pudiera subir de nivel hasta convertirse en clarividencia". (ver fuentes). Es decir, no es cuestión de refinar la vista, sino que primero tenemos que desarrollar nuestros sentidos internos (intuición) para luego poder percibir a los seres elementales en su verdadera "forma".

¿Cómo son los seres elementales?

En sí mismos los seres elementales son formas de energía que danzan y palpitan en el éter. Su lenguaje es el del flujo de la energía, las emociones y los afectos. Los seres elementales están libres de cualquier forma predeterminada. Cambian su apariencia para mostrar lo que están pensando o sientiendo. También son muy influenciables y se relacionan directamente con las emociones y pensamientos humanos. Esto puede hacer que se contaminen con los mismos y empiecen a manifestar dolor o miedo si es que éstos han sido muy intensos y han invadido la zona que habitan. También recordemos que hay distintos niveles de conciencia dentro de los distintos reinos elementales y por lo tanto cada elemental tiene su rol en el plan de desarrollo evolutivo de la Tierra. Algunos elementales pueden tener poco tiempo de vida y otros, como los devas de las cordilleras y los paisajes pueden vivir milenios.

Recordemos también que existen al momento seres elementales clásicos que reconocen un sistema muy claro a través del cual realizan su servicio. Éste se encuentra dentro del marco de uno de los cuatro elementos:

a. El elemento agua: los seres que trabajan este elemento son responsables del desarrollo del proceso de la vida.
b. El elemento tierra: son maestros de la forma y se mantienen activos donde la vida se forma o mantiene una forma en particular.
c. El elemento fuego: estos seres son los agentes de cambio. Su función es transformar y conectar cada final con un nuevo principio.
d. El elemento aire: se ocupan de la coordinación de los procesos vitales dentro de un espacio o paisaje específico.

Ha surgido un nuevo tipo de elementales, pero hablaré de eso en la segunda parte, y también del resto de consideraciones importantes para el contacto con los seres elementales.

Fuentes: Marco Pogaçnik, "Touching the Breath of Gaia" y "Nature Spirits and Elemental Beings".

martes, 2 de marzo de 2010

Las Diosas de la Sabiduría

"Es ella, en efecto, más bella que el sol,
más hermosa que el cielo estrellado.
Ella es más luz que la luz,..."
Sabiduría 7:29-30

Si hay un tema largo y profundo es éste: la Sabiduría. Tiene tantos aspectos y profundidad que en sí misma es un camino de ascención o de iniciación. Para tratar este tema propongo una nueva serie de Diosas, en la que se abordarán varios aspectos de la Sabiduría. No creo que toda la serie sirva para ser exhaustiva con Ella; pero espero que en este proceso de descubrimiento ustedes y yo conozcamos un poco más de este maravilloso aspecto de la Divinidad.

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¿Qué es la Sabiduría? La Sabiduría es la fuente de todo conocimiento: mágico, poético, cósmico, místico, misterioso, sanador, intuitivo- por lo tanto también de ella proviene todo acceso al conocimiento "tangible" del mundo material y a lo que hoy llamamos sus ciencias: Astronomía, Astrología, Medicina, Botánica e incluso Legal (en relación a la justicia y no a las leyes creadas por los humanos, algunas muy absurdas y crueles).

La Diosa Madre también se aspecta como la Diosa de la Sabiduría. Ella, a diferencia de aspecto masculino de la Divinidad, es cercana a su creación. Ella es la creadora del mundo y habita en cada uno de sus reinos, en cada una de sus criaturas, por eso es que tanto el mundo interno-espiritual como el externo-material se pueden conocer y entender a través de Ella.

La Diosa de la Sabiduría nos enseña el camino del aprendizaje espiritual y también nuestra relación correcta con la materia. Ella es la luz que nos guía y nos inspira. En su aspecto de Sacerdotisa Suprema es quien nos da la iniciación a las verdades del mundo interior. La Sabiduría nos permite tomar vida en la creación universal y participar de ella, ya que a través de Ella fuimos creados. Es decir, lejos de la Sabiduría no participamos de la vida cósmica, sino sólo vivimos en Maya. Por ella existe la necesidad humana de aprender, de una búsqueda incesante de comprensión profunda de los mundos.

La Sabiduría es la llama encendida en el corazón humano y no en la mente. ¿Qué? Exactamente lo que he dicho, la Sabiduría no es una característica de la mente, que tiene otras características: análisis, entendimiento, lógica, entre otros. La Sabiduría es una característica del corazón, del centro del plexo cardíaco, donde habita nuestra verdadera esencia como almas. En este sentido quiero estresar la importancia que tiene la unión del Amor con la Sabiduría, para que la una (sabiduría) no se convierta en un acercamiento frío al conocimiento y el otro (amor) no sea un acercamiento sentimentalista o instintivo al mundo y sus atractivos. En realidad todos los seres humanos tenemos el deseo del alma de la complementación perfecta, pero ésta sólo se puede alcanzar a través de la alquimia del Amor-Sabiduría.

También podemos decir que la Sabiduría nos permite Ver a través de la discriminación, ya que podemos percibir a través de Ella si lo que aprendemos intelectualmente es o no valioso en nuestras vidas. Eso no quiere decir juzgar o tildar de bueno o malo, útil o inútil, sino más bien de saber si aquello que vivenciamos y aprendemos resuena con nuestro ser interno o es una imposición cultural o familiar, algo traído de otras vidas o de ideales impuestos por la educación o la necesidad. Sabiduría nos guiará hacia la Verdad.

Diosas de la Sabiduría incluyen: Innana, Eva, Sophia, Atenea, Minerva, Tara, Sarasvati, Isis, Ma'at, Nisaba, Tiamat, entre otras. No creo que vaya a hablar de todas ellas, per sí quiero hacer una buena serie de las diosas de la Sabiduría, para que podamos acceder a distintos aspectos de la Ella.

Sofía con sus hijas: Fe, Esperanza y Amor

La Diosa de la Sabiduría que aparece en la religión hebraica más antigua es Sophia o Sofía. Al parecer Sofía es una diosa pre-hebraica y está muy relacionada con las deidades femininas del Oriente medio. Sofía es la "mujer ataviada con el sol" que trae la luz del conocimiento. En este sentido algunos llaman a Sofía la Luz de la Sabiduría, ya que nos "ilumina". Es decir, nos enseña el sendero correcto de la vida, despejando con su luz las sombras y la oscuridad que producen la ignorancia de las Leyes Universales. Esta ignorancia es el origen de todo sufrimiento. Ella entonces, nos guía para poder entender la realidad y bendice a todos quienes la siguen. En algunos evangelios gnósticos se la conoce como la Madre de Cristo. También se la simboliza con una paloma, ¿acaso no es ese el aspecto femenino que le falta a la Sagrada Trinidad Cristiana, llamada Espíritu Santo?

Sofía es el aspecto manifiesto de Dios, cuya presencia es perceptible y es la intercesora de la humanidad ante Dios. De brillo sin igual hacía que los ángeles se taparan los ojos. También fue comparada con el mar que no disminuye aunque llene una cuerva entera con sus aguas. ¡Tan vasta e inagotable es! Es generosa en sus dones con quienes la buscan, y jamás cesa de sorprendernos. Además de enseñarnos el camino correcto de la vida, también tiene la función de sanar y consolar, como la Madre Universal.

En la Biblia católica el libro de la Sabiduría está antes del Eclesiástico y Salomón dice sobre Ella: "La sabiduría resplandece y no se enturbia su fulgor, gustosa se deja contemplar por sus amantes y se deja hallar por los que la buscan" (S,6:12) También dice: "La preferí más que las coronas y tronos considerando que toda riqueza no es nada comparada a ella. La piedra más preciosa no la reemplaza; en su presencia todo el oro del mundo no es más que un puñado de arena, y la plata, barro." (S 7:8-9)

Fuentes: www.lunaea.com/goddess/wisdom, "La Diosa", de Shahrukh Husain, "La Energía de los Rayos" de José Trigueirinho.