martes, 15 de diciembre de 2009

El hada del invierno: Santa Lucía o la que trae la luz

(c)Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.
Santa Lucía es un país en el caribe, una canción de Miguel Ríos, una bruja, un hada, una famosa santa católica, en fin, representa muchas cosas. Para mí, especialmente hoy (es decir en estas fechas) representa: "la que anuncia la luz al mundo",aunque Lucía significa también luz. Es la santa de los ojos y durante el duro invierno del norte anuncia que la luz del mundo está presente en nosotros, a pesar de los días más cortos y las noches más largas (y como bono es la santa de los escritores!!).

Según el "elficólogo" (se llama a sí mismo así) Pierre Dubois existe una hermosa hada de la primavera, quien es también la bruja del invierno: Santa Lucía. Al parecer en Austria, Bavaria o Bohemia, es una dama monstruosa del invierno, que persigue a los hombres, disfrazándose de cabra, de cazadora o de bruja. Aunque yo opino que puede existir una confusión o mezcla con otro ser, a lo mejor es una fusión entre el nombre de la santa cristiana y una diosa antigua. Existe la leyenda de la bruja devoradora de vida durante los duros inviernos de Europa quien se transforma en el hada de la primavera.
A Santa Lucía se la celebra durante esta época (hoy en día el 13 de diciembre, aunque durante la Edad Media se conmemoraba su día durante el solsticio de invierno especialmente en Suecia). Esta hada tiene el rostro blanco como la nieve y su largo cabello rubio está coronado con acebo, rosas y siete velas. Ella es la Doncella de la Navidad. Extraña mezcla de historias, leyendas y mitos se han tejido al rededor de esta joven dadora de luz, pero me encanta la idea: ella aleja la oscuridad de la Tierra y ayuda al renacer de los bosques, despertándolos después de los largos inviernos, gracias a sus canciones. Según Dubois, ella está directamente relacionada con las diosas del Alba, con los genios de la creación, con las traviesas hadas de las estaciones. La Reina de la Luz se viste de blanco y se pone su corona de luz y nos recuerda a todos que esta época llena de magia es el inicio de una nueva vida.
Fuentes: The Great Encyclopedia of Faeries de Pierre Dubois.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

De la víctima a la heroína: La Bella y la Bestia

Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.

La Bella y la Bestia es un cuento que generalmente se lo enfoca desde la perspectiva de "el animal-novio" y es un cuento de transformación, de cierta manera ligado al del "Príncipe rana". En este cuento la transformación obvia es la del monstruo en príncipe y se da a través de un largo proceso de "domesticación de la bestia". El príncipe bestial debe aprender a ser amable, culto y generoso, debe aprender a amar a través del amor que le da la Bella. Pero también la pequeña Bella debe aprender a convertirse en la heroína de su propia historia.

Todo empieza (por favor siempre hacer una excepción con las versiones de Disney) cuando nuestra querida Bella, la favorita de su padre, la menor de su familia, la más hermosa y tierna, es sacrificada a la Bestia para salvar a su padre, tomando su lugar. En ciertas versiones ella acepta su destino de manera voluntaria, es decir, es una víctima sacrificial voluntaria. Pero, ¿qué es lo que se sacrifica a nivel de la psique en este sentido? Lo que se sacrifica es a parte inocente y bella, la más tierna. Esto no es raro en los cuentos de hadas, sino que, en palabras de Joseph Campbell, sería esta parte la que puede responder a la "llamada del héroe", porque posee confianza suficiente (¿será por su ignorante inocencia?) para aceptarla.
Imagen de la película de J. Cocteau de 1946 "La Belle et la Bête"



En general en los cuentos de hadas la joven heroína al principio de la historia es una víctima de sus padres, de sus hermanas, del destino, lo que le conduce hacia su viaje heroico. En este caso el viaje le lleva a casarse con un monstruo, descubrir que es un hombre maravilloso y a perderlo. Aquí realmente inicia el proceso de dejar de ser una víctima, empezar a ser una heroína y alcanzar lo que desea en la vida. Lo que le convierte en heroína es la decisión de pasar por el umbral de lo conocido a lo desconocido, desde la inocencia hacia la aventura. La joven decide vivir aunque signifique hacerlo con un monstruo.  Ella se resiste a morir, se convierte en heroína y deja de ser una mártir.

En este cuento hay un animal-novio monstruoso del que nada se sabe, al igual que en "Eros y Psyché", o el otro famoso cuento "El cerdo encantado" y hasta en "Al este del sol y al oeste de la luna". En estos cuentos el marido debe abandonar a su esposa cuando ella intentar acelerar los procesos de transformación y descubrir rápidamente su secreto. Posiblemente esto también se muestra en muchas relaciones cuando la mujer intenta cambiar a su pareja según su propio diseño, y no porque él lo quiera... lo que de una manera u otra siente como una traición. ¿Será una relación de poder o una manipulación inconsciente? En todo caso el novio-monstruo la abandona.

Sin embargo, en este cuento en particular, el novio no se aleja de la Bella, sino la muchacha de la Bestia. El monstruo empieza a morir de la pena, de tanto extrañar a su amada y ella con un amor tierno regresa a su lado para vivir con él. Lo que mueve a la Bella es ver a su Bestia vulnerable (¿y a quién no?), pero y principalmente se da una transformación a través de la convivencia, del conocimiento y aceptación del otro.

Creo que este tipo de cuentos de tipo "animal novio" tienen ideas mucho más profundas que las que supuse en un principio. Según Bettelheim en estos cuentos lo importante es la transformación en cuanto a la visión con respecto al sexo y las relaciones de pareja. Insiste en que no se puede formar una relación de pareja sin trabajo, sin madurez y sin amor. Sin embargo, todo comienza con perder el miedo al sexo. En el cuento de "La Bella y la Bestia", lo que prima es la devoción y el amor tanto de Bella, como el de su padre y el de la Bestia. Es decir, si existe una relación saludable y tierna entre padre e hija (o madre e hijo), se puede dar el paso del amor edípico al amor de pareja sin que haya trauma o pérdida por parte de ninguno de los implicados. Se enfatiza en que no se puede dar este paso sin que haya trabajo por parte de los tres: irse, dejarla ir, dejarse amar, amar... en fin, hay mucho por hacer.


Si consideramos el cuento desde el punto de vista de la psique de una sola persona podemos decir que la Bella representa tanto la parte inocente de la personalidad como el centro alrededor del cual se organiza el sujeto. La Bestia sería en este caso el ánimus. Este ánimus es a la vez una parte de la psique que puede devastar al frágil ego, pero también, con un trabajo interior, se transforma en la fuerza que moviliza a la heroína. Como otra parte de un ánimus poco desarrollado está la figura del padre, quien falla como protector, pero se convierte en una fuerza motora para que Bella busque su propio destino.

En otros cuentos las pruebas por las que pasa la heroína son muchas y no se dan solamente a través de la convivencia, sino que la joven debe experimentar muchos retos para llegar a su amado. El fondo es el mismo: para lograr la transformación se necesita tanto del amor como de la valentía, de la dulzura como de la persistencia y por sobre todo de la decisión de devenir la escritora de su propio destino.