lunes, 23 de agosto de 2010

Sedna, diosa oceánica de la mitología Inuit

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Sedna, diosa oceánica, diosa del mundo helado, del ártico.

A veces la diosa me elige y no yo a ella. Ya me ha pasado más de una vez y aunque a veces sea un misterio lo que me impulsa a escribir sobre lo que pueda decir de ella o sea un propósito muy claro, parece que desde afuera algo me impulsara y desde adentro algo me conmina a darle corporeidad en mi consciencia, a esa diosa en particular. Ahora la diosa ha sido Sedna. Desde el lejano confín de nuestro sistema solar o desde las abismales profundidades oceánicas, ella nos está esperando, nos está llamando.

En el año 2003 se descubrió un pequeñísimo planeta, más pequeño que Plutón y más lejano que éste, al cual llamaron Sedna. Su órbita alrededor del Sol tiene una extraña forma de una elipse alargada y tarda 10,500 años terrestres en dar una vuelta completa. Es de color rojo, aunque se supone que es tremendamente frío debido a lo lejos que queda del Sol. Los astrólogos dicen que esta entrada de Sedna en la consciencia humana es un rompimiento con todo lo antes conocido. Sedna y su órbita de 10,500 años nos indica ciclos ya no individuales, sino de una consciencia humana, evolutiva y por lo tanto a nosotros como una sola raza en relación a nuestro planeta. ¿Qué somos los humanos en este planeta? ¿Acaso perdimos la noción de nuestra misión y propósito? ¿Qué son 10,500 años para la Tierra?


Sedna no es un nombre lanzado al azar, tiene un profundo significado en cuanto este planeta se encuentra en las fronteras de nuestro sistema solar, en lo que podríamos llamar el frío ártico. También hay que considerar que es el primer planeta con el nombre de una diosas de otro panteón que no sean el griego o el romano. ¿Qué implica esto? Aunque no sea tan aparente, esto significa que estamos tomando consciencia de nuestra pertenencia a la raza humana, en su amplitud y profundidad. Ahora están entrando en nuestra consciencia nuevas formas de ver la vida y de trascenderla. A lo mejor estamos expandiéndonos como humanos hacia una nueva consciencia planetaria, hacia un nuevo estado de nuestro ser.

El mito de Sedna tiene múltiples formas, pero el más conocido dice así:

Había una vez una hermosa doncella inuit, llamada Sedna, que vivía cerca del mar con su padre, que era viudo. Aunque tuvo muchos pretendientes los rechazó a todos. Un día, cuando su padre ya estaba desesperado por la actitud de la muchacha, llegó a ellos un hombre muy guapo y elegantemente vestido. Prometió darle a Sedna una buena vida y también proveer para su padre, por lo que la joven terminó casándose y partiendo con él.

Pero la llevó a una isla desolada donde al sacarse la capucha reveló ser un horroroso hombre-cuervo. Le daba sólo pescado crudo para comer y ella empezó a pasar hambre y frío. El cuervo la dejaba sola y ella lloraba. Su llanto llegó hasta los oídos de su padre, quien preocupado por Sedna se dirigió hacia la isla dispuesto a salvarla. Ambos subieron al kayak, y el padre empezó a remar hacia el océano. Pero Cuervo hizo una terrible tormenta y dijo q
ue sólo quería a Sedna de regreso. El padre asustado y temiendo por su vida empujó a Sedna fuera del kayak.

Sedna se agarró fuertemente al kayak y debido al agua helada tenía los dedos prácamente congelados. El padre estaba aterrorizado por la furia de Cuervo por lo que golpeó los dedos y las manos de Sedna (en algunas versiones las corta con un chuchillo). Los dedos y las manos de Sedna cayeron al mar y transformándose en focas, ballenas, morzas y peces que pueblan ahora el océano ártico. Y la joven y manca Sedna cayó al fondo del mar, donde vive aún en una casa hecha de huesos.
Se dice que cuando los pecados de los hombres, que siempre van al mar, han contaminado el océano, se enredan en los largos y negros cabellos de Sedna. Y como ella no tiene manos para peinarse llora y se enoja, por lo que los animales marinos van a calmarla y se alejan de las costas. Como los inuit empiezan a pasar hambre y saben que es hora de confesar que han atentado contra la naturaleza y han roto los tabúes, por lo que danzan y oran pidiendo perdón. El o la shaman se purifica para descender hacia el reino submarino donde habita Sedna. Allí la peina y la limpia y le da las ofrendas de su pueblo y le cuenta las promesas de los inuit de cambiar sus vidas. Entonces Sedna le pide al Creador que les perdone y los animales pueden ya regresar a las costas, para ofrecerse como alimento. El pueblo Inuit reconociendo la generosidad de Sedna prometen cambiar sus historias (sus vidas) y tratar sus relaciones con cariño y respeto. (Fuente: de Águila Gris en http://www.rainewalker.com/sedna.htm)

Una de las cosas importantes de Sedna, es que es la diosa del inframundo. Es la diosa que trae a la luz lo que ha estado en las sombras. También nos anima a dejar de lado la noción de víctima, para resaltar esa de proveedora. Sedna evoluciona a través del dolor y el sufrimiento. Ella crece de su propia tragedia y de la traición. Pero aprende a dar, a crear a contribuir. Nosotros aprendemos de Sedna a trascender nuestras desgracias cuando somos capaces de aceptarnos tal como somos, de dar a pesar del dolor de la pérdida, de levantar los velos de la autonegación gracias a aceptar nuestra propia capacidad de transformación. El dolor y la angustia, el mal y los lugares comunes son nuestra lucha y nuestro camino hacia la sabiduría (parafraseando a Proust).

Fuentes: http://www.rainewalker.com/sedna.htm; http://thegreenduck.com/ka/NewPlanets/Sedna-meaning.shtml