viernes, 3 de agosto de 2007

Primera mirada al mito de: "El rapto de Perséfone"


El mito de Perséfone es uno de los mitos griegos más antiguos. Su historia personifica algunos de los conceptos más universales respecto al ciclo del tiempo: vida, muerte y renacimiento. También ejemplifica la transición de la doncellez al matrimonio, al igual que la iniciación en los misterios del inconsciente y el conocimiento del mundo de los muertos.

El inicio del mito:
"Kore la doncella, hija de Deméter y Zeus, era una hermosa joven, a quien le gustaba pasear por las colinas, reír, recoger flores, en especial irises de color azul real y jacintos de dulce aroma, armar ramilletes y regalárselos a su madre. Ella era la imagen de la inocencia. 

Un día, el dios Zeus, su padre, que la miraba desde el cielo, plantó frente a la distraída muchacha la visión de flor más hermosa del mundo, un narciso. Cuando Kore se agachó a recogerlo, del fondo de la tierra emergió con su carroza dorada tirada por alados caballos azabache y con su imponente presencia el dios del inframundo, Hades, (su tío) llevándosela a su reino donde sus gritos no podían ser escuchados."

O en todo caso, la idea es esa. Independientemente del consabido incesto que puebla los mitos griegos, hay en la historia de Kore, quien después será conocida como Perséfone, dos importantes ideas centrales:

La primera, se basa en la noción de la transición traumática de niña a mujer. En una versión del mito Kore es una joven doncella inocente que de la nada es secuestrada, violentada y está aterrada. 

De acuerdo con algunos estudiosos, esta parte del mito es posterior a la llegada de sucesivas olas de invasiones de pueblos indoeuropeos que iniciaron el destronamiento de la Gran Diosa en las culturas matrifocales en la Vieja Europa. Los invasores impusieron su cultura patriarcal y su religión, en las cuales primaban los dioses masculinos y convirtieron a la Gran Diosa en la esposa subordinada y expropiada de los atributos y poderes que originalmente le pertenecían. Los símbolos pertenecientes a una sola diosa se dividieron entre muchas, fragmentando a la Gran Diosa en diosas menores. Por lo tanto es lógico suponer que la fortaleza que se encontraba en las mujeres, al igual que la belleza y el conocimiento haya sido "usurpada" de forma brutal, como demuestra el mito de Kore/Perséfone.

Considerando que las diosas griegas son imágenes que han perdurado por más de 3000 años, se puede decir que en nuestra cultura occidental perduran en el imaginario colectivo. Si bien son bellas y fuertes, además de Afrodita, ninguna de las diosas "casadas" del Olimpo se encuentra en una posición fuerte o de igualdad frente a los dioses masculinos. 

Esto se explica cuando se considera que provienen de una cultura patriarcal y por lo tanto el poder está en manos de los patriarcas, empezando con los dioses preolímpicos Urano y Kronos. 

Zeus, el rey de los dioses olímpicos, que destrona a su padre, como era costumbre en la familia, toma por esposa a su hermana Hera, tiene una hija con su otra hermana Deméter y de cierta forma, según lo sugiere el mito, "regala" a su hija Kore/Deméter a su hermano Hades, sin preguntar ni a la madre ni a la hija qué les parecía el acuerdo.

La segunda: Kore una vez en el inframundo, es tratada con respeto por Hades y acepta comer una granada. Una vez ingeridas tres pepitas, ella queda unida a Hades y se transforma en Perséfone, la reina del inframundo.

Esta parte del mito ha sido analizada, especialmente en el siglo XX, como la doncella que va en búsqueda de su "esposo oscuro". Es decir, ella desciende al submundo, donde inicia su vida como mujer y deja de ser niña. Es el rito de paso por excelencia donde la mujer deja de lado su inocencia y de cierta manera su ignorancia y va al encuentro de su propia alma y al conocimiento de sí misma. Es el momento en que toma la responsabilidad de su existencia. 

Esta plena sensación de control de la propia vida, de lo que podría llamarse "el poder personal" es lo que en un principio transmitía el mito de Perséfone y una parte de la celebración de los misterios eleusinos. 

Fuentes: 
Las diosas de cada mujer, de Jean Shinoda Bolen 
Artículo "The Myth of Persephone: Greek Goddess of the Underworld" por Laura Strong, PhD

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