En una corta serie, voy a narrar la historia de "hadas" alrededor del mundo. En esta primera entrega hablaré de las Apsarâs.
En muchas y variadas mitologías, de todos los rincones del mundo, aparecen seres maravillosos y encantadores, que con sus cualidades evanescentes y mágicas, nos transportan hacia ese Reino Faérico, entre la Tierra y el Cielo. Si bien algunas de ellas nos podrían arrastrar hacia los más profundos abismos, la mayoría nos invitan a disfrutar de su belleza, una exaltación de la creación, un recuerdo al alma de que somos mucho más de lo que creemos.
En la mitología Hindú nacen, al principio de los tiempos, cuando los dioses movían las aguas del océano primordial, para formar ambrosía, unos seres hermosos y delicados, espíritus de las aguas y del viento, llamados Apsarâ. Estas ninfas o doncellas celestiales son mujeres de gran gracia, elegancia y belleza, que bailan al son de la música que producen sus esposos los Gandharvas, o sirvientes del dios Indra. A veces, vestidas como cisnes, bajan a la tierra para disfrutar del amor de los mortales, quienes son elevados al rango de héroes, tal como lo cuenta la historia de Purûravas y Urvaçi. Habitan en los palacios dorados del paraíso de Indra, o Reino Celestial de la mitología hindú. Se alimentan con ambrosía y ghee.
Las Apsarâs son tan seductoras que cualquier mortal que las mira se queda hechizado por siempre. Ni siquiera los dioses pueden resistirse a sus encantos. Aunque pueden cambiar su forma a voluntad, a menudo aparecen mujeres encantadoras con pequeñas cinturas, caderas redondeadas y piernas y glúteos firmes. Tienen senos generosos, redondos y firmes que inspiran amor divino. Sus preciosos rostros ovalados están magníficamente enmarcados por un lustroso y sedoso cabello negro. Sus ojos almendrados y sus labios como pétalos de loto enamoran a quien las mira.
Casi siempre se adornan con perfumes y ungüentos. Llevan brazaletes de oro y raras perlas en sus seductores brazos y campanas en sus tobillos. Sus cabezas están coronadas por tiaras de flores y usan largos aretes que resaltan sus delicadas facciones. Como vestidos sólo llevan puesta una pequeña faldilla de muselina celestial que se sostiene por un cinturón ricamente ornamentado.
A veces tienen el rol de representar las artes, al igual que las musas griegas; otras, son seres que habitan árboles e higueras. También tienen la función de "tentadoras", seres que, enviadas a seducir a los ascetas por el dios Indra, se enredan con humanos en apasionadas relaciones, alejándolos de su poder personal.
Fuentes: Pierre Dubois, "The Great Encyclopedia of Faeries"
Fuentes: Pierre Dubois, "The Great Encyclopedia of Faeries"
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