sábado, 1 de abril de 2017

La Diosa y el león: La Fuerza

(c)Copyright Carmen Jijón. All rights reserved worldwide.

La relación de la Diosa con el león es muy antigua, se la rastrea a la era Paleolítica. La Diosa como madre de todos los seres vivientes está en directa relación con la leona, animal que simboliza la maternidad puesto que defiende a sus cachorros con su vida. La relación entre la Diosa y el león también ha sido interpretada como la metamorfosis que ocurre cuando contactamos lo más profundo de nuestra psique. También alude a la fertilidad como la facultad de dar a luz tanto a seres como a ideas, también con los ciclos solares, y al paso del tiempo.

Prosiguiendo con la propuesta del año 2017 como un año 1 en numerología y como un nuevo inicio, a la vez aprovechando el cambio estacional y el inicio de abril, presento a "La Fuerza", la carta número once en el tarot de Marsella. Según Alejandro Jodorowski, esta carta indica que se ha abierto el camino de las energías inconscientes hacia la consciencia, y representa la potencia de lo que se puede realizar en esta emergencia. Representa el primer número de una segunda etapa, el surgimiento de una nueva Consciencia.


La carta muestra la imagen de una doncella abriendo las fauces de un león que sugiere, en primer lugar, la relación con las fuerzas instintivas, con la verdad de las profundidades psíquicas. Está enraizada en la tierra, lo cual permite que la energía se eleve hacia las alturas cósmicas. ¿Cómo es eso posible? Porque gracias a la fortaleza de sus raíces los árboles pueden elevarse hacia el cielo. Van hacia abajo y hacia arriba en la misma magnitud. Pasa lo mismo con nuestro trabajo de toma de consciencia: mientras más profundo, también más amplio y elevado. Cabe señalar que esta carta representa el punto medio entre la energía espiritual y la energía instintiva y se puede manifestar en el mundo (fotos de leones, por ejemplo), en los sueños, en las imágenes (sueños diurnos), y en las emociones, por ejemplo, el repentino deseo de hacer algo totalmente nuevo que nunca antes habíamos considerado.


Uno de los símbolos de esta carta es el color amarillo, ligado al león y a la luz, así como a la mente. Esta energía sugiere trabajar con la creatividad y la búsqueda de la iluminación. Sin embargo, para poder enfrentarse a las alturas es fundamental indagar en las cuestiones esenciales de nuestras vidas, aquellas que podrían ser contradictorias, sombrías, ignoradas u olvidadas. Este encuentro no es violento, no implica lucha ni contradicción sino que se produce con sutileza, con amor, con aceptación de ambas partes.

La carta de La Fuerza surge para animarnos a no perdernos en la represión, el miedo, el trauma y todos los sucesos que los originaron. Nos invita a la liberación (soltar, dejar ir, perdonar) las experiencias, pensamientos y sentimientos negativos para permitir el contacto con el ser esencial. Sugiere amar, reconocer y ejecutar una nueva construcción simbólica, a través de la expresión de la palabra verdadera, de la creatividad, de la luz. Es posible que por primera vez en la vida se exprese una fuerza hasta ahora oculta, se produzca el fin de la enfermedad y se dé inicio a un nuevo ciclo. Es la invitación a armonizarnos con las dimensiones más sublimes del alma, a través de la aceptación del cambio.

1 comentario:

Santiago dijo...

Tiendo a verla como la contraparte espiritual,vertical y femenina que armoniza y guia la potencia del yo vigoroso, dominante, orgulloso de sí y de su poder; horizontal por ser de la tierra pero masculino.

Doble dualidad: espíritu-femenino y materia-masculina.

Quién sino modula el poder del que domina y se domina, sino la delicada voz de la compasión, el servicio y la sabiduría que le brinda sentido al poder. Una finalidad elevada, un para qué.

En ausencia de la diosa, el poderoso es león que anda suelto, ni diosa ni ley. Tiranía. Totalitarismo, tan activo en nuestro mundo, individual y colectivo.