Nivel 2: El viejo sabio y la anciana amable: Comandan y organizan los flujos rítmicos y repetitivos de la naturaleza; coordinan los procesos de desarrollo de un área específica.
La anciana amable concentra la energía del amor en las composiciones energéticas del elemento tierra, es decir que el amor de Gaia es accequible a cada criatura en el planeta sin excepción, y permanece inalterable, siendo transmitido por todos los seres de los distintos reinos y fortalecido (el amor) por ellos, y por nosotros, claro.
El viejo sabio, como su nombre lo indica, es un ser de profunda Sabiduría y cuida de los humanos en su forma física. En este sentido están (porque claro, hay más de uno) a cargo de los templos naturales. Tienen las respuestas a muchas de nuestras más profundas preguntas y son guías hacia los secretos de nuestras vidas que no hemos podido comprender. Es el símbolo de un fuerte aliado de la Verdad Divina, concentrando la sabiduría de los eones y sus patrones, en especial del lugar donde se encuentra su foco energético. Por ello también posee los patrones necesarios para la construcción y desarrollo energético de un lugar, se podría decir que es el arquitecto del paisaje en el cual trabajan los seres del nivel 1.
Nivel 3: Es el nivel más alto de desarrollo e infunde un sentido de propósito a los mundos naturales. Pan, considerado en una época como el nombre del dios griego de la naturaleza, en este contexto es un nivel más evolucionado de los elementales de tierra. Está presente en todos los lugares y en cada partícula de un paisaje y participa en el proceso de formación y modelado del territorio. Se suele focalizar en el lugar donde está el corazón del paisaje a nivel vital-energético.
Nivel 4: Devas o ángeles: Espíritus de la voluntad o Reinos (conocidos así en la tradición esotérica y en la católica...) Pero de ellos talvez sí, talvez no, hable en otra ocasión
Fuentes: Marco Poçachnik "Nature Spirits and Elemental Beings"
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