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Con
su brillante luz, la diosa teje los días, brindando una nueva oportunidad para
que las semillas germinen, la llama de la inspiración ilumine nuevos proyectos,
se purifiquen y laven las heridas, se despejen los temores de la oscuridad de
la noche.
Las
diosas solares nos llaman para que bailemos, comamos y celebremos la
posibilidad de elevarnos cada nuevo día para brillar un poco más. Tomar el sol
diez minutos al día es una forma de contactarse con esa alegría de la luz.
En
general se representaba a las diosas del Sol como tejedoras que conectan la luz
y la vida de un día a otro, cuya energía femenina creativa y poderosa, es
generativa. La fertilidad de la tierra y su capacidad de regenerarse, también
evidencia el paso del tiempo, que a través de las estaciones nos dejan ver la
danza de la vida, convirtiendo las tierras yermas del invierno en los frutos de
la primavera. Las diosas solares tienen como símbolo el ojo, porque ilumina
aquello que en la oscuridad no se puede ver. Por ello se considera que
encuentran lo perdido, ven los actos de los malhechores, traen justicia a las
situaciones y las sociedades, brindando la ley divina, el juicio correcto y el
autogobierno.
La diosa Arinniti
En
el antiguo imperio hitita, pueblo de la antigüedad asentado en la actual
Turquía, en la región conocida como Anatolia. Una de las diosas principales era
Arinna, también conocida como Ariniddu o Arinniti. Estaba casada con el dios
del clima Tarhun. Su templo parece haber estado situado en Arinna, ciudad que
se cree quedaba cerca de la capital Hattusa. Arinna como diosa solar se destacaba por sus
cualidades cálidas y protección ante guerras y desastres, su juicio era justo y
su misericordia.
Se cree que Arinna era originalmente una diosa
ctónica y por ello se dice que era la “diosa solar de la tierra”. En este rol,
la diosa actuaba como psicopompo. Un psicopompo es un guía que conduce a los
difuntos en y a través del inframundo con su luz. Por ello se consideraba que
en las noches, cuando el sol se ocultaba de la faz de la tierra, ella se
dirigía hacia el mundo de los muertos para guiaros y alimentarlos.
Psicológicamente, un psicopompo es un guía del
alma. Se utilizan las imágenes de los sueños, el arte y las “visiones” como
medios para tomar consciencia de aquello que sucede en el inconsciente. La luz
de la diosa enseña la naturaleza propia, la que no deseamos reconocer o ver de
nosotros mismos, guiándonos hacia el reconocimiento de nuestra propia sombra
(según los Jung). Como tal, sería la guía hacia la transmutación.
En cuanto a la transmutación, las diosas
solares regían los ciclos de la vida y de la muerte, del tiempo, del cambio y
la regeneración. Tomaban lo que fenece y lo transmutaban en alimento para una
nueva vida. Así también, como psicopompos pueden mostrar con su luz lo que está
en el inframundo o inconsciente y usar esos elementos para alimentar la una
nueva vida de la consciencia. Si se apareció Arinniti en tu vida, te está llamando
a conocer tus sueños, prestar atención a algo nuevo que quiere surgir hacia la
consciencia y alimentarlo con amor, con calidez y compasión, a darle la luz que
necesita.
Fuentes:
Libros: HUSAIN, Shahrukh, La Diosa; Woodfield, Stephanie, Drawing down the Sun;
Websites: https://mydevotionstodea.wordpress.com/category/goddess-of-arinna/
https://www.britannica.com/topic/Anatolian-religion#ref559580
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