En el mundo antiguo la Diosa encarnaba Todo. En ella convivían las manifestaciones más diversas y contradictorias y era tanto la creadora como la destructora. Todos los contrarios de la vida se combinaban en su figura: bueno-malo, vida-muerte, creación y destrucción. No se concebía la existencia de uno sin el otro y estos atributos eran solamente polaridades de una Unidad. Al considerar la vida y la muerte como un ciclo de la Unidad, se puede vivenciar la creación como una forma de expresión después de la destrucción de lo viejo, así se convierte en una acción más permanente y constructiva.
La mitología de la diosa creadora y destructora contiene los poderosos símbolos de la ambivalencia de la naturaleza y los ciclos de la vida y de la muerte. Es así que en muchas culturas las diosas amantes y creadoras se convierten en destructoras (como Erzulie, Hathor con su rostro de Sekhmet, Oshun, Chalchihuitlicue, o la triple diosa celta con su rostro de la Anciana). Esta representación de la Diosa es la del flujo eterno de la vida, del que surgen todas las cosas y luego desaparecen, es la causa de todo cambio.
Kali es la encarnación de la fuerza femenina, una fascinante personalidad que expresa la energía primordial. Cuando ella nació del entrecejo de Duaraga, los cielos se llenaron de un rugido atronador. Esta Diosa, con una larga y compleja historia dentro del Hinduismo, es la representación del dualismo que salva a la vida a través de la aniquilación. Es la Diosa inspiradora de un temor reverencial y encarna tanto a la madre buena como a la terrible; a la creadora y la destructora en su forma de vida, amor, muerte y destrucción. El significado primordial del arquetipo de Kali es la destrucción total del mal para crear un nuevo y limpio estado de conciencia.
El mito más conocido es el siguiente:
Durante mucho tiempo las fuerzas demoníacas (asúricas) dominaron y oprimieron el mundo. Los poderosos dioses se hallaban indefensos y sufrían la derrota, por lo que huyeron profundamente humillados. Oraron desesperados a la "Hija de los Himalayas" para que salvara tanto a dioses como a seres humanos de los demonios. Los dioses transmitieron sus energías en forma de vapor de fuego y de éste emergió la gran Diosa Durga, y de su entresejo saltó la Diosa Kali, quien en una gran batalla destruyó a la más arrogante y sanguinaria bestia: el demonio Raktabija.
Kali se manifiesta aniquilando el poder demoníaco con el fin de restaurar la paz y el equilibrio y restablecer el orden cósmico.
En otras formas de adoración se conoce a Kali como la devoradora del Tiempo; como la creadora, protectora y destructora de todo; la única incognoscible y por lo tanto la Suprema y Primordial -de donde todas las formas surgen y a donde todas las formas van-. Por eso se la ve como el vehículo hacia la salvación, ya que destruye todas las superficialidades creadas por Maya (ilusión), eliminando aquello que no es esencial en la vida de sus devotos. Simboliza el triunfo sobre la muerte, terminando con el ciclo de encarnaciones.
Durante mucho tiempo las fuerzas demoníacas (asúricas) dominaron y oprimieron el mundo. Los poderosos dioses se hallaban indefensos y sufrían la derrota, por lo que huyeron profundamente humillados. Oraron desesperados a la "Hija de los Himalayas" para que salvara tanto a dioses como a seres humanos de los demonios. Los dioses transmitieron sus energías en forma de vapor de fuego y de éste emergió la gran Diosa Durga, y de su entresejo saltó la Diosa Kali, quien en una gran batalla destruyó a la más arrogante y sanguinaria bestia: el demonio Raktabija.
Kali se manifiesta aniquilando el poder demoníaco con el fin de restaurar la paz y el equilibrio y restablecer el orden cósmico.
En otras formas de adoración se conoce a Kali como la devoradora del Tiempo; como la creadora, protectora y destructora de todo; la única incognoscible y por lo tanto la Suprema y Primordial -de donde todas las formas surgen y a donde todas las formas van-. Por eso se la ve como el vehículo hacia la salvación, ya que destruye todas las superficialidades creadas por Maya (ilusión), eliminando aquello que no es esencial en la vida de sus devotos. Simboliza el triunfo sobre la muerte, terminando con el ciclo de encarnaciones.
A veces, Kali es considerada la esposa de Shiva y se la representa como la Madre Negra, enseñando la lengua y danzando con frenesí, con un collar de calaveras, emborrachada con la sangre de aquellos a quienes ha vencido. Otras, Shiva es quien la apacigua. Algunos de sus iconos representan a Kali sentada a horcajadas sobre el cuerpo sin vida de su consorte Shiva, comiéndole las entrañas mientras su yoni es devorado por el lingam de él.
Una imagen más benévola de Kali, reverenciada en la India y desconocida en Occidente, es la de madre cariñosa y protectora, quien alimenta con su pecho a un Shiva niño, después de la batalla contra los demonios. También representa a la madre del lenguaje y de todos los mantras.
A pesar de su terrible forma (aparente), Kali es considerada la más generosa y amorosa de todas las diosas hindúes, y es vista como la Madre de todo el Universo por los yoguis. Debido a su terrible apariencia se la considera una gran protectora, a quien se puede acudir en momentos de necesidad y pesar.
Una imagen más benévola de Kali, reverenciada en la India y desconocida en Occidente, es la de madre cariñosa y protectora, quien alimenta con su pecho a un Shiva niño, después de la batalla contra los demonios. También representa a la madre del lenguaje y de todos los mantras.
A pesar de su terrible forma (aparente), Kali es considerada la más generosa y amorosa de todas las diosas hindúes, y es vista como la Madre de todo el Universo por los yoguis. Debido a su terrible apariencia se la considera una gran protectora, a quien se puede acudir en momentos de necesidad y pesar.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Kali,
Manuela Dunn Mascetti "Diosas, la canción de Eva. El renacimiento del culto a lo femenino".
http://en.wikipedia.org/wiki/Kali,
Manuela Dunn Mascetti "Diosas, la canción de Eva. El renacimiento del culto a lo femenino".
En ella convivían las manifestaciones más diversas y contradictorias y era tanto la creadora como la destructora. Todos los contrarios de la vida se combinaban en su figura: bueno-malo, vida-muerte, creación y destrucción.
ResponderEliminarEso parece la definición perfecta de una mujer, no necesariamente una diosa.
Ja,ja,ja ¡Pues tienes toda la razón! Y nosotras también estamos escidindas y debemos encontrar esa unidad de las polaridades nuevamente.
ResponderEliminarEn estos momentos estoy invocando a Kali, tanto para integrar los aspectos polares de mí misma, como para que elimina los demonios y pueda surgir un nuevo mundo de paz y equilibrio cósmico en mi mundo interior. Creo que voy a tardar un poco hasta poder volver a escribir sobre diosas del amor.
ResponderEliminarPara Paramahansa Yogananda, la diosa Kali es la representación de Dios en su aspecto de principio eterno dentro de la Naturaleza. La natturaleza o mundo fenoménico está enraizado en nóumeno (por eso Kali está sentada sobre Shiva o el Infinito). La creación tiene como atributos fundamentales la esencia dual de la creación.
ResponderEliminarComo se le rinde tributo?
EliminarSe le rinde tributo con plegarias. No es recomendable trabajar con Kali, porque su fuerza purificadora puede ser devastadora y la transformación llegaría de manera abrupta. Orar a la Gran Madre y sacralizar lo cotidiano es la mejor manera de rendir tributo.
ResponderEliminarEn efecto,no es recomendable realizar los mantras de la diosa Kali por su naturaleza purgativa y potente.por eso es mas adecuada para practicantes y yoguis muy avanzados.
ResponderEliminarEs preferible adorarla y venerarla como la diosa madre que representa,desde el respeto y la devocion.